viernes, 21 de noviembre de 2008

ME DUELE TU RECUERDO (II)


Me duele tu recuerdo como me dolió tu presencia, porque todo a tu lado ha sido dolor. Tus palabras, tus silencios, tus idas y venidas…

Regresaste una mañana o una tarde y miles de noches… y yo te deje mi costado de mujer a tu vera, y otra noche, la última de esas miles, le repudiaste y te marchaste sin decir nada.

Me duele tu recuerdo... por querido, por esperado, por deseado. Me duele tu recuerdo por injusto, por egoísta, por cobarde.

Me duele tu recuerdo como escuecen las punzadas de las rosas al calvarse en los dedos, como duelen los cristales de los escombros bajo los pies.

Me duele tu recuerdo como queman los rescoldos del fuego recién apagado, pero que todavía humea, como las puñaladas por la espalda, como la sal en la herida.

Me duele tu recuerdo con rabia, con la rabia del silencio que me obligas a guardar porque tu cobardía no te deja dar la cara.

Me duele tu recuerdo en cada palabra que pronuncio, en cada canción que escucho, en cada mirada que no es la tuya.

Me duele tu recuerdo como un torrente de tristeza que me inunda el alma, que me ahoga en los recuerdos, que me anega las ilusiones

Me duele tu recuerdo con amor, con todo ese amor que se me escapa hacia a ti por cada poro de mi piel, por cada lagrima de mi llanto.
Me duele tanto tu recuerdo que no me da la paz de olvidarte, el consuelo de no soñarte, la resignación de no esperarte

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