viernes, 23 de octubre de 2009

EN LA SILLA



“Desnúdate” me ordeno nada mas entrar en la habitación, apenas cerro la puerta tras de si. Sorprendida y un tanto vergonzosa, me gire hacia El, deje el bolso sobre una silla, junto a la gabardina y empecé a desabrocharme la camisa. El se movió por la habitación hasta llegar a un sillón, donde se sentó sin apartar la vista de mí. Me gire para quedarme frente a El y seguí quitándome la ropa hasta que no me quedo nada encima. “Acércate. A gatas”. Me recline sobre el suelo, a gatas como me había ordenado, y me acerque a El hasta que estuve entre sus piernas. No había mucho mas que decir, su sonrisa hablaba por si sola y el bulto de su pantalón lo delataba. Desabroche el cinturón, el botón y finalmente la cremallera. Abrí el pantalón y el bulto de su sexo se hizo más notable todavía. Comencé a acariciarle sobre la tela mientras El movía ligeramente las caderas y se recostaba cómodamente en el sillón dispuesto a disfrutar. Metí la mano y saque su polla, dura, grande, brillante…… seguí con la mano hasta que con un gesto sobre mi cabeza me indico que usara la boca. De rodillas, frente a Mi Señor, con las piernas separadas notaba como mi sexo se humedecía por momentos. Empecé a lamerle la polla desde la base hasta la punta, llenándola bien con mi saliva. Golosamente introduje la punta en mi boca y empecé a succionar suavemente sobre el glande. Podía oír los gemidos de Mi Señor por encima de mi cabeza y eso me ponía mas caliente aún. Poco a poco introduje toda la polla en mi boca y apretando con los labios comencé a subir y bajar por ella, notando como crecía aun más dentro de mi boca. Eleve la vista y vi la cara de éxtasis de Mi Señor. Eso me hizo empeñarme aun más en la tarea, comiéndole con más avidez, queriendo darle todo el placer del que fuera capaz. Mi Señor me sujeto del pelo y empezó a dirigir mi cabeza, a ratos presionaba mi cara contra su pelvis mientras toda su polla estaba dentro de mi boca y mi lengua jugaba con ella. “Me gusta que me la chupes putita mía, pero no puedo resistir la tentación de follarte la boca” me dijo entre profundos suspiros. Me gustaba que me usara, que me utilizara a su antojo para su placer que era el mío al fin y al cabo, pues yo cada vez estaba más excitada. Agarrada a sus caderas dejaba que el dirigiera mi cabeza mientras en cada embestida dentro de mi boca yo le rozaba sutilmente con los dientes, provocándole gemidos de placer. Creí que se iba a correr en mi boca, sin embargo no fue así. En un momento determinado separo mi cabeza, acaricio su polla y me dijo “Sepárate un poco” Sabia exactamente que debía hacer, así que gateando me separe de El, dándole la espalda y dejando a su vista mi coñito húmedo y mi culo, me pare a poca distancia de El y moví ligeramente las caderas hacia los lados, abriendo las piernas para que Mi Señor tuviera mejor vista. “Retrocede un par de pasos” lo hice y cuando apenas me había parado note como su pie empezaba a acariciarme entre las piernas juguetón, lo que me hizo soltar algún gemido de placer. Sentí como se levantaba y oí sus pasos acercándose a mí. De pronto su mano se coloco sobre mi sexo y así agarrada me llevo hasta una silla. “Siéntate” le obedecí como no podía ser de otro modo. Me ato las manos a la espalda, tras el respaldo y mis tobillos a cada pata de la silla y me vendo los ojos. Su mano regreso a mi coño, metió un dedo y me susurro al oído “Que buena perra, mojada y caliente” Sus palabras me produjeron una oleada de placer. Introdujo otro dedo y empezó a moverlos dentro de mí a la vez que me pellizcaba los pezones. “No puedes correrte hasta que yo te lo ordene y por el momento no tengo ninguna intención de hacerlo” Saco los dedos y empezó a acariciarme el clítoris mientras me lamía los pezones. Mi respiración se aceleraba, mis jadeos eran cada vez más altos y seguidos, pero tenia que aguantar. Me mordía los labios intentado retrasar todo lo posible el momento de orgasmo mientras el deseo de que Mi Señor me poseyera se hacia cada vez mas grande.

“¿Qué desea mi putita?” “Que Mi Señor me folle” logre decir entre gemidos mientras su mano no vacilaba entre mis piernas “Mmmmmm no esta mal, pero tengo otros planes para ti antes” Sus manos desaparecieron de mi cuerpo y sentí como se alejaba, eso me dio un momento de respiro. No podía ver lo que hacia, pero sabia que nada malo me pasaría con él. De repente algo frió rozo mi coño y eso me hizo retroceder las caderas hacia atrás. Algo de metal me acariciaba, algo que dejaba un rastro pringoso, de lubricante supuse. El vibrador se introdujo en mí poco a poco y una vez todo dentro Mi Señor lo hizo funcionar. De nuevo olas de placer recorrían mi cuerpo, de nuevo los esfuerzos por no correrme volvieron a mí. Sentí como me desataba los tobillos y me juntaba las piernas atándolas de nuevo por los muslos. El vibrador hacia su trabajo en mí. Cada vez mas excitada, cada vez con menos resistencia. Me desato las manos y me puso de pie, me quito la venda de los ojos y me beso en la boca mientras acariciaba mis pechos. Tomo asiento en la silla y me coloco sobre sus piernas. Mientras el vibrador no paraba de moverse dentro de mi coño el comenzó a acariciarme el culo para acto seguido darme unas cuantas palmadas que fueron ganando intensidad poco a poco. Intercalaba caricia con azotes y yo no podía aguantar mucho más. “Mi Señor, deseo que me folle” no podía aguantar mas……. “¿Qué dices mi sumisa?” “Por favor Mi Señor folleme” “¿tantas ganas tienes?” “Mi Señor deseo sentirle dentro de mi, sentir su polla dentro, llenándome por completo” Aun siguieron algunos azotes mas y mas suplicas por mi parte.

Tras los azotes me desato las piernas y me extrajo el vibrador “Te quiero a cuatro patas sobre la cama” No tarde en obedecer y me subí a la cama tomando la postura que el me había indicado. De reojo veía como el se subía detrás de mi y se colocaba entre mis piernas de rodillas. Coló una de sus manos por delante y empezó a masajearme el clítoris. No puede evitar sollozar antes sus caricias, volviendo a los esfuerzos por no correrme. Coloco su polla a la entrada de mi coño y poco a poco la fue metiendo, despacio, dejándome que la sintiera dentro, hasta el final y una vez dentro empezó a moverse con movimientos acompasados, suaves, lentos, que iban creciendo en intensidad por momentos. Yo no aguantaba mas “Mi Señor, quiero correrme” “Mmmmm putita impaciente, espera un poco aun” Temía no poder seguir controlándome. El me follaba cada vez mas rápido y con mas fuerza, yo jadeaba cada vez mas deprisa “Mi Señor……. Por favor…….. déjeme correrme” “Esta bien, puta, correte para mi” oír esa frase fue como un resorte en mi cabeza. Acto seguido comencé a notar los espasmos del orgasmo……. De un orgasmo fantástico que Mi Señor me estaba proporcionando. Los músculos de mi vagina se contraían en torno a la polla de Mi Señor. Estaba exhausta, agotada, henchida de placer, Sin embargo El no había acabado aun y seguía follandome, yo sabia que podría tener otro orgasmo enseguida de seguir así y así fue…… justo cuando volvía a pedirle permiso y el me lo concedió note como se corría dentro de mi, llenándome de su néctar a la vez que yo volvía a tener otro fantástico orgasmo. Agotada me deje caer sobre la cama, Mi Señor se dejo caer sobre mi y me susurro al oído “Aun no has acabado” Girándose se quedo a mi lado, boca arriba, yo me incorpore y fui directa a su polla, a limpiársela con mis labios, con mis saliva, hasta que quede sin restos de ninguna clase “Muy bien mi niña., lo has hecho muy bien” y dándome un tierno abrazo me recostó junto a El para besarme en la boca.

lunes, 19 de octubre de 2009

PUEDES.........

Puedes obligar a comer,
pero no puedes obligar a sentir hambre.
Puedes obligar a alguien a acostarse,
pero no puedes obligarle a dormir.
Puedes obligar a que te elogien,
pero no puedes obligar a sentir admiración.
Puedes obligar a que te cuenten un secreto,
pero no puedes obligar a inspirar confianza.
Puedes obligar a que te sirvan,
pero no puedes obligar a que te amen.

Anthony de Mello

sábado, 17 de octubre de 2009

RENTRÈE



Soy feliz, he vuelto a ser feliz. He vuelto a dejarme abrazar por la vida como antaño, a saborearla, a disfrutarla, a vivirla y se que quiero seguir estando así. Quiero en mi vida gente alegre, noches de fiesta, días de luz, llegar a casa y estar a gusto, mirar a la persona que este a mi lado y sonreír, ver a mis amigos y reír, acostarme por la noche plena y levantarme por la mañana con la sensación de que me queda mucho por delante por disfrutar……… Soy feliz...........Quiero seguir siendo feliz