miércoles, 3 de marzo de 2010

EL DESAYUNO


Aún era temprano. Entre en tu casa con la llave que me habías dado pocos días atrás. Te suponía dormido aún, así que cerré la puerta muy despacio y tras echar un rápido vistazo por la casa me dirigí a tu habitación. La persiana levantada dejaba entrar una luz tenue que se depositaba sobre ti como un ligero manto de nieve. Boca arriba, sobre las sabanas blancas, una sonrisa de placidez se dibujaba en tu rostro.

Me descalce y me quite la ropa antes de entrar en el dormitorio, me fui primero a la cocina, puse la cafetera a hacer café. Me gusta el olor a café recién hecho por las mañanas. Busque pan y puse la tostadora, lo prepare todo en una bandeja y me fui, desnuda, con el desayuno en mamo hacia tu dormitorio.


La fina sabana que te cubría dejaba intuir tu cuerpo atlético, bello, deseable. Deje la bandeja sobre la mesa y desde los pies de la cama retire la sabana que te cubría, Te moviste ligeramente, pero sin despertarte. Me coloque entre tus piernas a gatas y me deslice despacio sobre la cama acercando mi cara a tu sexo. Absorbí tu aroma, ese olor que me volvía loca. No pude resistirlo y sin darme casi cuenta mi lengua ya te lamía y mis manos acariciaban tus piernas. Te moviste........ creo que medio te despertaste, pero te dejaste hacer. Mire hacia arriba, tu cara, tus ojos seguían cerrados y sin dejar de mirar tu cara me introduje tu polla en la boca……… deliciosa, como siempre, disfrutaba golosa de tu cuerpo lamiendo, chupando, succionando. Note tu mano en mi cabeza, acariciando mi pelo. Te habías despertado. Te mire y sonreías…….. aun con los ojos cerrados. Apretaste mi cabeza contra ti, querías más y mas profundo Abrí la boca, la engullí entera, contiendo la arcada. Tus caderas se movían contra mi cara. Ya no era yo la que te comía, ahora eras tu el que follaba mi boca con movimientos preciosos, secos, rápidos. Yo apretaba los labios, movía la lengua. sabía que aquello te gustaba, mientras notaba como tu polla entraba una y otra vez y otra más hasta mi garganta. Estaba excitada, sentía la humedad entre mis piernas, pero no era mi turno…….. mi turno seria cuando tú lo decidieras, ahora solo importabais tu y tu placer. Te oía gemir, jadear, suspirar, tu respiración cada vez mas acelerada, tus movimientos también. La saliva resbalaba por la comisura de mis labios mientras toda tu polla seguía dentro de mi boca. Te mire a los ojos, me miraste, sabia que había llegado el momento. Aceleraste los movimientos de tu pelvis, arqueaste la espalda, tensaste todo tu cuerpo y note como chorros de leche tibia inundaban mi boca. cerré los ojos para saborearla, la trague. Volví a mirarte y te vi relajado, con una amplia sonrisa en los labios, Lamí con avidez el semen que se escapaba entre mis labios y lamí tu polla de nuevo para dejarla bien limpia. Me levante de la cama y fui a por la bandeja. Me senté en la cama y coloque la bandeja entre los dos. Te incorporaste y te sentaste tomando una taza de café que me ofreciste mientras decías....... ¿Quieres mas leche? Cogi la taza de entre tus manos y te dije......... si es tuya..... siempre. Entonces me cogiste por el cuello y me diste un profundo beso de buenos días.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Buen despertar... y mejor desayuno.

A tus PIES